TE SEDUJO EL CANTO DE UN PÁJARO


Tú me esperabas frente a la galería,

con aquella blusa azul casi transparente

y una fina sensualidad en tu labio inferior

que no necesita lápiz,

porque las mujeres como tú

son más que carne.

Yo, al otro lado, en la estación,

viendo partir autobuses,

con la tristeza de un judío

que ve partir el tren en una película nazi,

atravieso la calle; y el agua y sus colores

se desvanecen lentamente en la acera;

los cristales de la galería revelan

las trampas de la luz.

Eres la mujer con la que soñé una noche,

sentada en mi mesa,

bebiendo de mi vaso,

bailando un jazz de John Lee Hooker,

cabello azabache, ojos de pantera.

¿Dónde hubiéramos ido esa tarde

de alucinados demonios

en la que neones y automóviles

nos ocultaban el cielo?

Aquel día que no quisiste seguirme

porque te sedujo el canto de un pájaro

y yo tuve que devolverme ebrio

a mi barrio de hojalata.

 

Fuente: https://circulodepoesia.com/2012/01/antologia-de-poesia-colombiana-no-21-ela-cuavas/